Desvaríos...

El día menos pensado lo sabrás, ojalá no sea demasiado tarde y yo aún lo recuerde.

Necesito que tus silencios sean más escasos y que tu presencia sea más frecuente.

Absolutamente nada es absoluto.

martes, 16 de diciembre de 2008

En espera

Días de silencios sin explicación, sin mi necesidad de buscarte y obviando esa permanente intención de pensarte, tratando de cubrirte con escenas nuevas de otras mujeres y de otros recuerdos.

El problema es que siempre vuelves e irrumpes en mi mente cuando estoy solo, cuando precisamente me encuentro vulnerable, y en tu llegada arremetes con una fuerza que me desarma y me hace susurrar tu nombre en espera de tu llegada. Y esa espera siempre es cruel, una mala compañera y nunca es una buena consejera.

Esperar significa pretender algo que en ese instante exacto no se aproxima y se consume en el tiempo que también se consume a si mismo. Es intentar entender la muerte antes de morir.

Nadie disfruta esperar porque es una suerte de conteos interminables. La necedad del tiempo en su escasez se desvanece en el orgasmo de placer en la sonrisa esbozada en tu llegada, pero por alguna extraña razón la espera siempre continúa.